El análisis de la rentabilidad permite estudiar la potencialidad de generar beneficios y rentabilidad, tanto actual como futura. Por ello, los ratios de rentabilidad son indispensables para obtener una visión general, que funcionan como indicadores de la situación financiera de la empresa.
Son diversos, pero a continuación definimos los que, por sus características, son indispensables tener en cuenta:
Rentabilidad de los fondos propios
Los fondos propios de una sociedad pueden proceder de varias fuentes, entre ellas cabe destacar como principales, las aportaciones de los socios y la acumulación de beneficios principalmente.
La cuestión principal al analizar la estructura de capital de una sociedad es el reparto o asignación que debe tener cada una de las financiaciones, tal y como vimos en el post sobre endeudamiento, pues se intenta determinar el nivel óptimo de fondos propios.
La estructura óptima no debe ser igual para todas las sociedades, pues ésta dependerá del sector y del tipo de sociedad de que se trate. A menudo se suele realizar una elección entre solvencia y rentabilidad en las sociedades, de modo que las empresas interesadas en mantener elevada su solvencia, aumentarán significativamente sus fondos propios, mientras que aquellas interesadas en los indicadores de rentabilidad tomarán la decisión contraria.
Rentabilidad del beneficio
El segundo indicador, relaciona el beneficio en función de las ventas, es decir, el peso porcentual que tiene el beneficio en función de las ventas del ejercicio. En este sentido, este es el indicador de rentabilidad global de una actividad que mayor información ofrece y más importante suele ser para algunos accionistas.
Rentabilidad del margen bruto
Se presenta como el peso porcentual del margen bruto (siendo éste las ventas menos el coste directo de tales ventas) sobre las propias ventas. Lo cual significa que analiza la actividad comercial bruta, sin tener en cuenta el resto de costes operativos, también es el llamado margen comercial sobre ventas.
Coste de personal
Los gastos de personal se indican como un valor porcentual sobre las ventas, cuanto mayor sea su valor más eficiencia deberá presentarse en el resto de costes, o mayores cifras de ventas deberán venir aparejadas si quiere conservarse el equilibrio. De lo contrario, este gasto podría llegar a desestabilizar la estructura y provocar pérdidas en resultados y retrasos en los pagos previstos para los recursos humanos de la sociedad.
Coste de las ventas
El coste de la mercancía vendida en términos porcentuales de las ventas constituirá, obviamente, el sobrante a partir de la rentabilidad del margen bruto, es decir ambos indicadores constituyen formas diferentes de observar el mismo suceso, por tanto la suma de ambos es el 100%.
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Ratios de rentabilidad para medir la eficiencia
La eficiencia, como indicador, mide la ocupación porcentual de los costes operativos, sin tener en cuenta la amortización del inmovilizado, los gastos excepcionales y el coste de la financiación y servicios bancarios, sobre las ventas.
Lo cual expresa el peso de los costes operativos (sin el coste de financiación, amortización y actividades extraordinarias) en un ejercicio en función de las ventas alcanzadas en ese mismo ejercicio. Obviamente, es conveniente alcanzar valores cada vez más bajos en este indicador que siempre estén por debajo del 100%, de lo contrario implicaría que los resultados o beneficios netos tienen cifras negativas.
Punto de equilibrio
El punto de equilibrio expresa aquel nivel de ventas que debe ser alcanzado para cubrir la estructura de costes de la sociedad y así poder empezar a obtener beneficios de la actividad. Este indicador debe ser observado sistemáticamente pues resulta conveniente como referencia del objetivo mínimo de ventas a alcanzar.
Es importante matizar que el punto de equilibrio expuesto en este apartado es sólo una aproximación orientativa. Sin embargo la información que arroja el sistema de costes arrojará mayor información sobre este indicador.
Cobertura del punto de equilibrio
Tal y como expresa su nombre, este indicador está estrechamente relacionado con el anterior. Su interpretación se basa en la relación entre las ventas del ejercicio y el valor monetario del punto de equilibrio para ese mismo período temporal. Por tanto, significará el peso porcentual que tienen las ventas efectivamente realizadas sobre el importe de ventas mínimas que establece el propio punto de equilibrio.
*FUENTES |Análisis de Estados Financieros – Estudio elaborado por BIPLAZA