(*NOTA | Este post ha sido actualizado con los datos vigentes de 2021)
A día de hoy se está viviendo un nuevo paradigma donde las empresas responsables, las que ponen a las personas en el centro de su gestión y operan con criterios de rentabilidad y sustentabilidad económica, social y ambiental, son motor de cambio.
Cada vez son más las empresas que se unen y comprometen con causas benéficas. Y este cauce de esfuerzo privado en favor de actividades de interés general para la comunidad tiene ventajas. Una de ellas, a nivel empresarial, es el poder desgravar las donaciones que se efectúan.
La responsabilidad de las empresas con su comunidad, se puede hacer efectiva a través de donaciones o prestaciones.
De acuerdo con la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo, las aportaciones realizadas en apoyo de una causa o proyecto tienen la consideración de mecenazgo y dan derecho a determinados beneficios fiscales.
Estas aportaciones, como una forma de participación privada en la realización de actividades de interés general, pueden ser donativos y donaciones dinerarias o prestaciones gratuitas de servicios.
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¿Cómo desgravar las donaciones a fundaciones?
Para que las donaciones a fundacines o instituciones sin ánimo de lucro tengan ventajas fiscales para el contribuyente, es decir, que quien tenga la iniciativa pueda recibir ventajas en las deducciones, hay que cumplir determinados requisitos.
Si vas a hacerlo, es importante que tengas en cuenta algunos detalles:
- Para comenzar, es necesario que la fundación o asociación a la que vayas a entregar la donación se haya constituido en España.
- También debe disponer de la declaración de utilidad pública que otorga la Administración Española, estar sujeta a la ley 49/2002 e inscrita en el Registro correspondiente.
- La fundación o asociación ha de tener autoridad para emitir un Certificado de Donaciones.
La modificación del artículo 19 de la Ley 49/2002, que regula las deducciones de la cuota del IRPF, establece que se puede deducir las donaciones a instituciones sin ánimo de lucro de la siguiente forma:
- Si eres persona física, podrás desgravar hasta el 80% de los primeros 150€ donados. A partir de ahí, la deducción será del 35%.
- Ese 35% podría aumentar al 40% si el contribuyente prueba ante Hacienda que lleva más de dos años realizando donativos del mismo importe o superior a la misma entidad.
- Las personas jurídicas tendrán derecho a deducir de la cuota íntegra por los donativos el 35% de la base de deducción.
- La deducción puede llegar hasta un 40% si en los dos períodos impositivos inmediatos anteriores se hubieran realizado donativos, donaciones o aportaciones con derecho a deducción en favor de una misma entidad, por importe igual o superior.
- Las cantidades que excedan de este límite se podrán aplicar en los períodos impositivos que concluyan en los diez años inmediatos y sucesivos.
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¿Cómo declarar las donaciones a fundaciones?
Si te conviertes en una entidad perceptora de donativos, donaciones o aportaciones, tienes obligación de declarar cada una de las percepciones recibidas a la Hacienda Estatal. Las aportaciones realizadas saldrán reflejadas en el borrador de la declaración de la renta de cada contribuyente.
- Se justifican a través del modelo 182, que se presenta del 1 al 31 de enero en base a los datos del año anterior.
- Sirve para presentar diferentes aportaciones, ya se trate de cuotas anuales o mensuales o de una aportación realizada de manera aislada
- Se ha de indicar si se trata de una aportación recurrente, es decir, si en los dos últimos años se ha aportado a la misma entidad por importe igual o superior.
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Un acto solidario que tiene implicaciones como empresa responsable
El compromiso y la participación de las empresas en la protección, el desarrollo y el estímulo de actividades por el bien común de la sociedad es un acto solidario que además de ventajas fiscales, como hemos visto, conlleva beneficios desde la perspectiva de la responsabilidad social corporativa y pueden aplicarse a cualquier negocio, independientemente de su tamaño o sector.
La inversión social puede ayudarte a construir una reputación como empresa responsable, lo que a su vez te ofrece innumerables ventajas competitivas.
- Implica un mejor reconocimiento de marca.
- Refuerza la reputación positiva.
- Aumenta los ratios de fidelización.
- Tiene repercusión en el crecimiento organizacional.
- Facilita el acceso a fuentes de financiación: es más probable que los inversores respalden un negocio de buena reputación.
- Atrae la atención positiva de los medios y los canales de comunicación, tanto internos como externos.
- Ayuda en la identificación de nuevas oportunidades de negocio, por ejemplo, para el desarrollo de nuevos productos o servicios.
Es como una cadena. Una vez incorporas en tu filosofía empresarial la responsabilidad y la conciencia con el entorno, dentro de tu ámbito de acción, se consolida una nueva cultura.
La empresas responsables buscan proveedores que tienen políticas responsables y los clientes, los públicos de interés, no solo prefieren tratar con empresas que atienden a su entorno, sino que a día de hoy cada vez demandan más que lo sean.
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FUENTES |http://www.fundaciones.org/es/inicio
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