Si lo que buscas es mejorar las posibilidades de éxito en tu empresa la clave es, sin duda, contar con una buena planificación estratégica.
La planificación estratégica es un proceso sistemático de desarrollo e implementación de planes para alcanzar propósitos u objetivos. Es una herramienta clave, ya que te ayuda a definir la dirección que el negocio debe tomar; mejorar la eficiencia y eficacia, tomar decisiones más acertadas y perfilar tus ventajas competitivas.
Y para comenzar, el primer paso es diseñar, de manera personalizada, un mapa, una ruta de acción con objetivos bien definidos, que te ayudarán a superar los retos y alcanzar los resultados que necesitas.
¿Cómo hacerlo? ¿Por dónde empezar?
La planificación estratégica es un proceso que consta de las siguientes fases:
- Definición del propósito.
- Análisis del entorno interno y externo de la empresa, para identificar las oportunidades y amenazas que existen.
- Definición de los objetivos que quieres alcanzar.
- Definición de las estrategias que la empresa va a seguir para alcanzar sus objetivos.
- Implementación; puesta en marcha las estrategias definidas.
- Control y supervisión del progreso de la planificación estratégica, importante para realizar los ajustes necesarios.
La importancia del propósito en la planificación estratégica.
El propósito no solo es el «por qué» de una empresa, también implica el “para qué”. Es la razón de ser, el impulso a la acción y lo que te distingue.
El propósito es importante en la planificación estratégica porque proporciona una dirección clara, pero sobre todo, una responsabilidad y compromiso a la hora de generar impacto positivo en nuestro entorno.
Cuando la empresa tiene un propósito bien definido, es más probable que tome decisiones que estén alineadas con sus valores y que la ayuden a alcanzar sus objetivos.
- Porque proporciona una dirección clara para la empresa: El propósito te ayuda a identificar tus objetivos y estrategias a largo plazo.
- Inspira a la hora de tomar decisiones que estén alineadas con tus valores, siendo coherentes con la visión y misión de la empresa.
- Conecta a la empresa con tus stakeholders creando un sentido de comunidad y pertenencia.
- Mejora el compromiso de las personas que trabajan en tu equipo; ayuda a las personas empleadas a sentirse conectadas con su trabajo y a tener un sentido en su vida laboral.
- Aumenta la satisfacción del cliente. El propósito dirige y ayuda en la concepción de productos y servicios que satisfagan las necesidades, generando innovación, transformación e impacto positivo.
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Los objetivos de la planificación estratégica.
La planificación estratégica es un pilar fundamental en la gestión empresarial, siendo un proceso que va más allá de una mera formalidad. Marcar nuestros objetivos es un auténtico catalizador para llevar tu organización hacia el futuro deseado porque:
- Definen la dirección de la empresa: la planificación estratégica ayuda a las empresas a definir la visión, misión y objetivos.
- Mejoran la eficiencia y la eficacia a la hora de optimizar los recursos y procesos.
- Ayudan a tomar decisiones acertadas, desde una base sólida.
- Mejoran la creatividad, la innovación y competitividad de tu empresa.
Los retos de la planificación estratégica.
Desde la identificación de metas realistas hasta la adaptación a un entorno empresarial complejo, a medida que vamos avanzando siempre se plantean retos y preguntas cruciales, que exigen soluciones innovadoras. Superar estos obstáculos puede marcar la diferencia entre el cumplimiento de los objetivos estratégicos y el estancamiento.
Para ello debemos:
- Obtener la participación de todos los stakeholders. Es importante que todas las personas u organizaciones que se relacionan con las actividades y decisiones de una empresa como: empleados, proveedores, clientes, gobierno, etc, estén involucrados en el proceso de planificación estratégica.
- Asegurar la coherencia entre los objetivos y las estrategias. Los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (SMART) y las estrategias deben ser claras, concisas y ejecutables.
- Adaptarnos a los cambios: las empresas están en continuo movimiento. Seguimos enfrentándonos a entornos altamente volátiles, inciertos, complejos y ambiguos (VUCA) , por lo que la planificación estratégica debe ser flexible y adaptable a los cambios.
La planificación estratégica puede ser un proceso complejo y desafiante, pero es una herramienta esencial para el éxito de las empresas en el entorno actual, que es cada vez más competitivo y cambiante.
Desde BIPLAZA, consultoría y asesoría de negocios en Canarias, ayudamos a las empresas a desarrollar e implementar una planificación estratégica eficaz.
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