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Valoración de empresas ¿Qué es y para qué puedes necesitarla?

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Índice de contenidos

Tiempo de lectura: 4 minutos

Establecer una definición de la valoración de empresas es algo complejo.

Si tuviéramos que plantear una descripción generalizada, a grandes rasgos podría resumirse como:

el proceso que pretende medir los elementos del patrimonio de una sociedad y el nivel actual y potencial de su actividad, dependiendo de los factores específicos propios”.

Se trata de uno de los servicios que llevamos a cabo desde nuestro departamento financiero, que más inquietudes genera entre nuestros clientes que necesitan llevarlo a cabo. ¿El motivo?

La valoración de empresas es un procedimiento objetivo que implica el análisis y la medición de valores, atendiendo a  herramientas y técnicas muy concretas.

La valoración de empresas debe realizarse para operaciones específicas, en las que la normativa vigente puede tener un procedimiento rígido en el método y el proceso de valoración de entidades o sus participaciones. De ahí la importancia de llevarla a cabo por profesionales.

El punto de partida de  la valoración de empresas

A la hora de abordarla y con el objetivo de dibujar un escenario claro de trabajo, desde BIPLAZA partimos del planteamiento de tres cuestiones fundamentales:

  •  ¿Valor para qué?
  • ¿Valor para quién?
  • ¿Valor en qué circunstancias?

Las circunstancias especiales de cada empresa determinan el método de valoración que vamos a estimar y las ponderaciones de los diferentes elementos que se van a tener en cuenta.

No es lo mismo realizar una valoración de empresas en situación de pérdida constante en la cartera de clientes, pérdida de ventaja competitiva o cambios en el plan estratégico, por poner algunos ejemplos.

Las circunstancias de cada empresa repercuten en las ponderaciones y mediciones de sus valores.

Propósitos y aplicación de la valoración de empresas

Los motivos por los que llevar a cabo una valoración de empresas son diversos, y aunque no existe obligación formal de hacerla, salvo en los supuestos en que sea exigida por algún organismo o entidad, se trata de un proceso altamente recomendable para:

Operaciones de nacionalizaciones, expropiaciones y privatizaciones

En este tipo de operaciones, en las que se produce un cambio de titularidad de la empresa en cuestión, es recomendable realizar una valoración profesionalizada, que determine el valor que podría ser la cantidad justa a percibir como compensación a recibir por el titular saliente.

Operaciones de transmisión

Entre las operaciones de transmisión pueden distinguirse diversos regímenes como las compraventas, donaciones, permutas, sucesiones, etc. En este sentido la valoración aporta el valor intrínseco de lo que se pretende transmitir permitiendo el acuerdo entre las partes y presentándose como el valor de transmisión a efectos fiscales.

Sistema de remuneración por valor

Los sistemas de remuneración por valor suelen ser habituales entre las empresas centradas en la consecución de objetivos a largo plazo y están destinadas a la gestión activa de los directivos en las entidades. Las valoraciones de entidades, en este caso, sirven de base para definir los sistemas retributivos que varían en función del valor de la empresa.

Operaciones de reorganización

Las operaciones de reorganización empresarial como son las fusiones, absorciones y escisiones, que suelen encauzarse por regímenes fiscales especiales, precisan de una valoración correcta para determinar algunos elementos de estos procesos.

Operaciones de transformación de sociedades

Las transformaciones de sociedades como los cambios de forma jurídica precisan, en ocasiones, valoraciones de empresa.

Operaciones de variación de capital
Concesión de préstamos y garantías

La concesión de préstamos por parte de entidades o particulares así como la aportación de garantías, puede exigir valoraciones de entidades. En este sentido, la propia sociedad puede funcionar como un aval ante operaciones y determinar la concesión de préstamos.

Análisis de inversiones en empresas

El análisis de inversiones para agentes económicos es una operación que, en ocasiones, puede precisar de valoraciones de empresas, un ejemplo de ello pueden ser las inversiones que se plantean en título del mercado bursátil o en nuevas sociedades.

Procesos judiciales, pleitos y arbitrajes

En muchas ocasiones, la valoración en este tipo de procesos suele ser exigida a presentar por las partes cuando se producen divergencias entre ellas, de forma habitual las valoraciones mejor sustentadas suelen ser más próximas a la decisión de la corte de arbitraje o del juez.

Resolución de contratos y división de patrimonios

Los tipos de valores existentes

A la hora de llevar a cabo la valoración de empresas es sumamente importante realizar distinciones entre los tipos de valores existentes y sus características, diferenciando entre:

  • Valor de mercado | El valor de mercado, se puede definir como aquel que se puede obtener en una transacción real media, producida en un mercado eficiente y organizado entre partes independientes y debidamente informadas.

Si se atiende a sus características, podemos entender que este valor (aunque promedio) es el objetivo a alcanzar, es decir la meta de una valoración debería ser el valor de mercado.

Sin embargo esto en la práctica real y actual es difícil de conseguir, ya que el mercado del que se trate se compone de personas con intereses propios que esperan obtener cierta ventaja o rentabilidad en determinadas operaciones.

  • Precio | El precio no es más que la cifra a la que las partes activas pueden llegar a un acuerdo en una operación.

Esta definición, aunque obvia, esconde un significado nada trivial si se atiende al hecho de que cada una de las partes posee intereses propios y comúnmente diferentes, las cuales establecen sus mínimos y máximos en una negociación. Es por ello que esta cantidad formará parte del valor de mercado junto al resto de precios que se produzcan en el mercado de que se trate.

  • Valor razonable | Se trata del importe por el que puede ser adquirido un activo o liquidado un pasivo entre partes interesadas y debidamente informadas que realicen una transacción en condiciones de independencia mutua, sin deducir gastos de transacción en su posible enajenación.

Podrá coincidir o será el valor de mercado, si éste es activo y fiable. Entendiendo mercado activo aquel en el que:

  • Se intercambian bienes y servicios homogéneos.
  • En todo momento hay compradores y vendedores.
  • Los precios son conocidos, accesibles, reales, actuales y regulares.

En el caso de que no exista un mercado activo, se pueden utilizar otras técnicas tales como:

  •  Transacciones recientes.
  • Valor Razonable de otros activos sustancialmente iguales.
  • Descuento de flujos de efectivo futuros estimados.
  • Modelos para valorar opciones.

Asimismo, en el Plan General de Contabilidad de cada empresa, se prevé la utilización del valor razonable para los siguientes casos:

  • Permutas comerciales.
  • Instrumentos financieros.
  • Activos financieros mantenidos para negociar.
  • Otros activos financieros a valor razonable con cambios en cuenta de pérdidas y ganancias.
  • Activos financieros disponibles para la venta.
  • Pasivos financieros mantenidos para negociar.
  • Otros pasivos financieros a valor razonable con cambios en cuenta de pérdidas y ganancias.
  • Pasivos financieros a valor razonable con cambio en el patrimonio neto
  • Coberturas contables.
  • Combinaciones de negocios.
  • Cálculo del deterioro.

  • Valor intrínseco | El valor intrínseco es aquel valor que se emite en una correcta valoración de empresa, pues expresa el valor del negocio a través del capital invertido en la empresa independiente de quién sea el agente económico que lo ha financiado.

Puede ocurrir que los cuatro valores puedan converger de algún modo. De ahí que la valoración de empresas actúa como catalizador, proporcionando múltiples hechos y cifras con respecto a la realidad de la empresa en términos de competencia en el mercado, valores de activos y valores de ingresos.

Seguiremos ahondando sobre el tema en próximos artículos. Y si deseas que abordemos alguna temática de tu área de interés, ponte en contacto con nosotros.

FUENTES |
Pablo Fernández. IESE Business School. Universidad de Navarra
Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA)
Imagen | Graphic Node on Unsplash
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