La UE está librando una guerra contra el plástico como parte de un plan urgente para que Europa se convierta en un continente “reutilizable” para 2030. Las bolsas de plástico, esas grandes protagonistas de nuestro día a día, están en el punto de mira.
Desde hace años muchos establecimientos decidieron aplicar el cobro por las bolsas de plástico que consumimos. Eso a día de hoy no es algo que nos resulte extraño. Hasta la fecha se trataba de una medida voluntaria y de política comercial. Sin embargo, este año va a convertirse en una norma. Veamos cómo nos puede afectar.
El problema de las bolsas de plástico
Las bolsas de plástico tienen una media de uso que no llega al cuarto de hora y pueden tardar hasta 500 años en descomponerse en el medio ambiente. Se calcula, además, que tan sólo el 35% de ellas se deposita en los contenedores apropiados para su reciclaje. Las que no se reaprovechan, acaban en vertederos o en el mar.
Si continúa la tendencia actual de fabricación y gestión de plásticos, en el año 2050 habrá 13.000 millones de toneladas de plásticos arrojadas en los vertederos o en el medio ambiente
Las medidas contra las bolsas de plástico
La UE quiere que el 55% de todo el plástico se recicle para el año 2030, y que los estados miembros reduzcan el uso de bolsas de plástico por persona de 90 a 40 unidades en 2026. Ante este reto, España planea su estrategia a través del Real Decreto del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que tiene por objetivos:
- La adopción de medidas para reducir el consumo de bolsas de plástico, con el fin de prevenir y reducir los impactos que los residuos de dichas bolsas producen en el medio ambiente.
- Regular su fabricación a través de un registro de productores de productos asociado a la gestión de residuos (REPP), adscrito a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la recopilación de la información sobre la puesta en el mercado de estos productos, con la finalidad de cumplir con las obligaciones de información derivadas de las directivas comunitarias sobre residuos.
- Por último, la ley exige un nuevo marcado de bolsas para ofrecer instrucciones de reciclaje, incluyendo información sobre el contenedor en el que deben depositarse las bolsas de plástico compostables y no compostables, al objeto de facilitar la separación correcta del residuo por parte del ciudadano.
Una solución cautelar para evitar el consumo masivo de bolsas de plástico
Hasta este momento no hay una fecha de entrada en vigor de la nueva normativa sobre bolsas de plástico en comercios. Muchos comerciantes creían que este proyecto de Real Decreto imponía la obligación de cobrar por las bolsas de plástico a los consumidores a partir del 1 de marzo de 2018, pero aún falta por superar aún ciertos trámites legales para su aprobación, incluyendo el visto bueno del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros.
Las tiendas, por tanto, tendrán la opción de continuar repartiendo bolsas de plástico gratuitas durante algunos meses más
Mientras llega la fecha de entrada en vigor, es importante hacer una reflexión sobre el uso que hacemos de las bolsas de plástico y pensar en minimizar su impacto, optimizando su vida útil y reduciendo, desde ya, su consumo.